Microfractura
Microfractura es una técnica quirúrgica que se ha desarrollado para el tratamiento de los daños de espesor completo del cartílago en tamaños menores de 2 x 2 cms en la articulación de la rodilla. En este tratamiento de defectos de cartílago se aprovecha las capacidades del organismo para la curación. Este procedimiento se realiza por artroscopia. Después de evaluar el daño del cartílago, se remueve con instrumentos motorizados y cureta el cartílago inestable o dañado. Una vez bien delimitada la lesión, utilizando una fresa motorizada se retira el borde esclerótico del hueso hasta dejar una superficie ósea sana. Este paso es esencial para obtener resultados óptimos. Luego se realizan múltiples agujeros (microfractura) de 3 a 4 mm. De estos orificios sale medula ósea que contiene células madre y sangre. Esta combinación de elementos forman un coagulo especial que rellena el defecto. Cuando el entorno de la rodilla es ideal, la reparación del cartílago se da en el defecto original. El programa de rehabilitación después de microfractura es crucial para optimizar el éxito de la técnica quirúrgica. El programa está diseñado para promover el ambiente físico adecuado. Posterior a la cirugía, el paciente debe de seguir un protocolo de rehabilitación que consiste en movilización continua, no apoyo por seis semanas y uso de inmovilizadores para el desplazamiento. Debido al proceso de salida de medula ósea y sangre, la rodilla se inflama. Por lo general, la inflamación y derrame articular (líquido en la articulación) desaparecen alrededor de las 8 semanas después del procedimiento de microfractura. Después de las seis a ocho semanas, el paciente progresa a soporte de peso completo y comienza un programa más vigoroso de movimiento de la rodilla.
La microfractura no cura la osteoartritis